21.8.23

Blue Whale





1. Mi animal favorito es la ballena azul.

Anoche me acosté pensando cómo sería si fuese capaz de convertirme en una. 

2. Mi parte favorita son sus ojos 

Imaginé mis globos oculares creciendo y separándose, mi boca estirándose y ensanchándose descomunalmente (onda Turbo Teeen), mi dedos fusionándose y transformándose en poderosas aletas, mi nariz desapareciendo de mi cara y reapareciendo en mi espalda, imaginé que mi cama era una piscina y que no estaba acostado sino flotando en ella.

3. Ser uno con las profundidades.

Mi sistema nervioso dio un paso sobre el ecuador que divide el hemisferio del sueño con el de la vigilia y logré quedarme (literal) profundamente dormido.

4. El nacer de la técnica

Divisé un banco de peces. Dando giros concéntricos usé mi espiráculo y lancé sobre ellos millones de burbujas. 

5. La cromática del alimento

Los peces ascendían desesperados, confundidos, licuando el agua en espirales de color.

6. Slow-mo

Controlado el cardúmen por todos los frentes, me dispuse para dar la estocada final.

7. El hambre infinita.

Me bastó un bocado para terminar la faena, y solo un instante después: el silencio, la calma, la inmensidad.

5. Despertar siendo el mismo 

Horus me trajo de vuelta al mundo de un lenguetazo, ¡bendito animal!

5.8.23

Of course my horse!



Aníbal De Jors se hizo famoso por su forma de montar a caballo. Tanta mofa le hicieron que se llegó a crear una canción que se baila como dinosaurio. De Jors fue el hazmerreír de la comarca hasta que un día, de la nada, De Jors conquistó Bors, y antes de caer el sol, conquistó también De Mors y De Dors; terminando su periplo de forma sorprendente, cuando en vez de cortar la cabeza de su enemigo, como cualquier Hammurabi haría, se la tomó con el pobre caballito. Rucéfalo se llamaba. Se llevó la cabeza y la exhibió, la mutiló y la sodomizó hasta el hueso, un asco. Hay tanta evidencia que se podría editar un atlas para amantes de los caballos (muertos), de aficionados a la instantánea (ecuestre), al bodegón y al claroscuro, pero sobre todo, a los lectores del Kamasutronomicón de Al Tarif y cosas del estilo. Muchos creen todo fue un karmazo, una retahíla cósmica por las aberraciones de Tzángolas, karma que como siempre, de forma misteriosa, encantó la mente de De Jors, y, posteriormente,  su musculado brazo, para poner fin a las fechorías de Tzanza, un hombre de mano dura, reencauchado como estibador, que no se la puso fácil; pero De Jors, creado por inteligencia artificial, hizo uso de varios atributos bizarros, por los que también será recordado. 

Blue Whale

1. Mi animal favorito es la ballena azul. Anoche me acosté pensando cómo sería si fuese capaz de convertirme en una.  2. Mi parte favorita s...