
A pesar de haber dado una vuelta de campana, el auto se conservaba en estupendo estado. Acostada sobre el volante se encontraba una mujer. Abrí la puerta, liberé el cinturón de seguridad y la saqué del auto. Respiraba con dificultad pero parecía estar bien. Abrió los ojos y me miró asustada. La ayuda viene en camino –le dije—. ¡Por favor no llame a la policía¡ –respondió—. Tomó mi brazo y empezó a caminar. Dimos vuelta a la calle y nos detuvimos en la puerta de mi edificio. Le propuse entrar. Aceptó. Nos sentamos en el recibidor, estaba conmocionada. Le ofrecí un té. Aceptó. Subimos por el ascensor. Cuando entramos al departamento no me dejó encender la luz. Se dirigió hacia la ventana y cerró la cortina. Luego, empezó a espiar nerviosamente hacia el lugar del accidente. Ellos no tardarán en llegar —dijo— ¿Ellos? —pregunté— ¿Quiénes?
2 comentarios:
Cristiammmm George (Lucas) Herbal!!!
Me gusta como me confundes pero no me gusta no saber el final, q onda??? q paso??? Le diste respiracion boca a boca a la chica??? Deberias escribir para pimienta...
Beltran
No fué necesario. !Por favor no desesperes¡ La historia tiene un final. Pimienta?? tienes la dirección... !necesito hacer chauchas¡
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