
Ella vivía con sueño, se la pasó bostezando todas las tardes que pasé a tu lado. A veces sueña despierta, abre los ojos y me desaparece de su lado. En mi lugar está el otro, habla como yo pero dice lo que no me atrevo a decir. Cuando esto sucede prefiero no despertarla, es libre de hacer con sus sueños lo que le dé la gana, además es su vida. Ahora ellos se han marchado: él a su casa y ella a mi cama. Tomo una regla y mido las consecuencias, luego cierro los ojos y me duermo. Mañana será otro día.
2 comentarios:
uy! ya me contagiaron el bostezo. aaaaHHHH!!!, pienso en esa regla que mide las consecuencias. Cierro los ojos, ZZZZZZZZzzzzz
q tiempos aquellos
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