
Una hormiga olfateó algo dulce y trepó por la basta de un marinero, para cuando pudo bajar se encontraba en un camarote en el interior de un barco con rumbo a Valparaíso. Gracias a la oscuridad circundante solo le tomó un día encontrar la cocina. Una vez allí buscó un lugar lejos del cocinero y de la escoba de su ayudante y decidió esperar a la noche para hacer sus rondas. Pronto supo dónde encontrar azúcar y avena. Cerró unos cuantos omatidios, dejó otros pocos abiertos y soñó con grandes y vistosos ejemplares dándole la bienvenida a un nuevo mundo. La reina madre procreaba sus larvas a la luz del sol y los hidrocarburos se materializaban por el vapor húmedo que salía de la tierra. A la mañana siguiente, una hormiga nadaba en la sopa de un almirante.
4 comentarios:
¡Qué efímera es la vida, verdad!
Éste me ha recordado un cuento de M. Benedetti "A imagen y semejanza"...
Out¡ out¡ brief candle¡ Life is like a walking shadow, a poor player that struts and feets his hour upon the stage, and then is heard no more. It is a tale told by an idiot, full of sound and fury, signifying nothing.
De Macbeth de W. Shakespere.
en criollo ??? traduzca nomás, especialmente, plagiolepis.
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